Teníamos el early check-in, pero no pudimos salir a tiempo: faltaban sillas en la mesa de popa y tardaron una hora en traerlas. El dinghy no tenía gasolina, y el puesto de amarre era muy complicado, ubicado justo detrás de otro barco.
Durante el atraque solo nos asistió un marinero, a pesar del fuerte viento en el puerto de Split. No siguió las instrucciones del capitán, que le pidió amarrar en el último noray; lo hizo en el anterior, lo que provocó que rozáramos el patín de popa de estribor. Por ello, tuvimos que pagar 200 € de indemnización.
Esa noche se desató un viento muy fuerte (probablemente relacionado con la DANA en Split). Como dormíamos a bordo, reforzamos las amarras con cruces, ya que la proa de babor no tenía sujeción, segun nos habia indicado el marinero . Gracias a esto evitamos daños, pero si no hubiéramos estado a bordo, la popa de babor habría chocado con el pantalán. Ningún marinero del puerto intervino ni ofreció ayuda.